SEÑALES PARA EL BUSCADOR DE SUEÑOS
(CCE-agosto 1982)
Portada: Cuadro de Dimitri Borja
Primera señal:
Persisten los temporales
que repujan la soledad:
hasta en la equinoccial zona del vuelo,
hasta en la fibra íntima del poncho campesino,
hasta en la roca escéptica del desierto de dios,
hasta en el fuego migratorio de los
mediodías
en los viejos eriales,
hasta en cuanto se pudo
explicar la serenidad del hombre...!
Después, la humana algarabía,
la ponderada felicidad:
tronco de la pasión en verde raudo eran.
Población de la savia! cambiante efímera,
como la luz, descrucificada.
... Y tu nombre en cada esquina del suplicio
transpirando diafanidad.
...Y tu altura en la onda celival
de los comienzos.
...Y tu imagen de río presencial
que se agiganta,
donde acuden los astros desvelados
en busca de libertad total.
que repujan la soledad:
hasta en la equinoccial zona del vuelo,
hasta en la fibra íntima del poncho campesino,
hasta en la roca escéptica del desierto de dios,
hasta en el fuego migratorio de los
mediodías
en los viejos eriales,
hasta en cuanto se pudo
explicar la serenidad del hombre...!
Después, la humana algarabía,
la ponderada felicidad:
tronco de la pasión en verde raudo eran.
Población de la savia! cambiante efímera,
como la luz, descrucificada.
... Y tu nombre en cada esquina del suplicio
transpirando diafanidad.
...Y tu altura en la onda celival
de los comienzos.
...Y tu imagen de río presencial
que se agiganta,
donde acuden los astros desvelados
en busca de libertad total.
Segunda señal:
... Abriendo hoy y comprimiendo antes
tenazas poderosas para desesclavizar
los corazones,
y asi romper sus ataduras.
Blandiendo espadas a los cuatro vientos.
A dentelladas y señaladuras.
A pulso de varón perseguido.
Resumiendo las parábolas bíblicas:
fistigando, poetizando
contra los enterradores de la Paz
Disparando señales de una romántica
estructura superior: el Hombre!...
Avisorando
el peligro
de la tempestad.
Rescatando la posibilidad de convivencia.
Desenterrando la ternura
como si se tratase de una raíz o fruto
extremadamene útil a los paladares,
activa ondulación marina.
Sin necesidad de ser águila o lucero.
Sino la verdadera
dimensión de la justicia: el Hombre!
Ese hombre
que no termina
de caminar.
("Mirada hacia el sur": Eduardo Kingman/artista lojano 1981)
Tercera señal:
Y qué farándula de complacencias
en el momento del amor!...
Desde entonces
la polución de las luciérnagas
se propagó en cadena
sobre horizontes más abiertos todavía.
Para captar la atención de los exiliados
y demás víctimas,
y las costumbres ingenuas que todo lo figuran
color de rosa
por evitar que sucumba el hombre,
aunque las armas de la explotación
le pongan un temor endemoniado
al establecimiento de principios.
Se hizo improrrogable
una inicial de cruces y de nuevos cristos,
toda vez que Bolívar
-el pequeño y grande
al mismo tiempo Padre de Nacionaes-
nos dió el ejemplo perdurable de su rango,
de su americanía primaveral
"...mientras el sol declina".
(imagen de google)
Cuarta señal:
Lo mismo a un millar de lenguas
debajo de nosotros
que próximos a la tierra y su desastre,
que al límite de las raíces alcanzando
por estos imperturbables
robustos
temerarios
testimonios del ayer,
que no han perdido tan siquiera
el poder de condenar
serenamente
el potencial destructivo de la civilización.
Porque los árboles,
los guayacanes longevos se rebelan
a morir
-muy a pesar del hombre!...-,
se resisten
a aceptar el subsuelo del olvido.
Y se levantan
anillando el pasado
restaurando la validez de la concordia...
Así de simple y fuerte es el desprecio
ante el purulento malestar
de las bombas.
en el momento del amor!...
Desde entonces
la polución de las luciérnagas
se propagó en cadena
sobre horizontes más abiertos todavía.
Para captar la atención de los exiliados
y demás víctimas,
y las costumbres ingenuas que todo lo figuran
color de rosa
por evitar que sucumba el hombre,
aunque las armas de la explotación
le pongan un temor endemoniado
al establecimiento de principios.
Se hizo improrrogable
una inicial de cruces y de nuevos cristos,
toda vez que Bolívar
-el pequeño y grande
al mismo tiempo Padre de Nacionaes-
nos dió el ejemplo perdurable de su rango,
de su americanía primaveral
"...mientras el sol declina".
(imagen de google)
Cuarta señal:
Lo mismo a un millar de lenguas
debajo de nosotros
que próximos a la tierra y su desastre,
que al límite de las raíces alcanzando
por estos imperturbables
robustos
temerarios
testimonios del ayer,
que no han perdido tan siquiera
el poder de condenar
serenamente
el potencial destructivo de la civilización.
Porque los árboles,
los guayacanes longevos se rebelan
a morir
-muy a pesar del hombre!...-,
se resisten
a aceptar el subsuelo del olvido.
Y se levantan
anillando el pasado
restaurando la validez de la concordia...
Así de simple y fuerte es el desprecio
ante el purulento malestar
de las bombas.
(Obra de Eduardo Kingman: Loja-Ecuador)
Quinta señal:
Así eres tú: destierro acribillado de la luz,
caballero de la candidez,
otorgador de monedas a la miseria...
Como si ésta:
la guitarra sin cuerdas
el zapato sin pie
la onda sin los objetos receptores,
se pudieran escapar con su exclusiva
e inútil agresividad solitaria.
Preferiblemente y todavía
retaliamos preferencias postizas,
tomamos el atajo de distancias
-adentro vida!-
para seguir robusteciendo los ideales...!
Dadme a elegir, Moisés:
el ideal de las amapolas
la catedral del nido
donde es sólo el silencio su polluelo
con patitas de asombro
dimensionando el tiempo.
Dadme a elegir
la nube que se apodera
de lo efímero...
(Obra de Vincent Van Gogh)
(Obra de Tania Sàez-artista lojana-chilena)
Sexta señal:
En cambio los limoneros
no se quejan. Las experiencias se ubican.
Las casas contemplan siglos
al igual que otras casas.
Y si las patrias exprimieran sus pupilas
darían un
jugo denso
amargo
para saciar un hambre de polillas.
Yo amo el aire
pero con otro cínico propósito:
Tengo urgencia de adentrarme a la vida.
Me place acallar el crujido doloroso
de la hierba.
Amo la sutilidad de los encantos
nacidos para alterar
las cualidades sobresalientes
del murciélago...!
Se puede ver, -exacto!-
se puede ver sin ser visto,
se puede ver adentro de nosotros
hasta con sólo tímpanos!
(imágen de google)
Séptima señal:
De allí que crea en el granizo de la muerte,
o en la niebla del más allá.
Ya que, fingiendo amor, hasta los grillos
querrán saber que
de qué color es el canto...
que cuántos dedos tiene la monotonìa...
que dónde está
la convergencia final
de los
elefantes y los
pájaros...
Y nos imitarán e intimarán
en otro rededor
como cosas basurdas
deslizándose al balcón de las preguntas.
Nos contarán historias
como grandes abuelos detenidos
en sus alcázares terrenales.
Sin lamentaciones de ninguna especie.
Porque lo bueno
del vegetal está en la orilla cárdena
de sus limitaciones,... aunque
de vez en cuando
sueñen como los hombres:
con hijos!
(Obra de Vincent Van Gogh)
Octava señal:
Sueñen con ser también
el calor irradiado de las personas
en el surco. La afectividad
de sus experiencias,
el azúcar
de un organismo existencial,
la conversión
del agua en clorofila.
Padre:
averigûemos la exactitud
del cielo vegetal,
a ver si no responden:
Carne verde adolorida
paja moribunda de las sequías
techo de tachonar estrellas rojas
fósil desnudo
ante la atónita mirada
de los siglos.
Brazos testimoniales de la tierra.
Desnutrida esperanza.
Estampa diferencial de la dulzura.
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